¿Qué tal si lo mejor que tenías para dar ya lo has dado?
Eso sería un alivio para tu alma buscadora del placer final y feliz. O la justificación total a tu suicidio inminente.
¿Qué tal si no hay algo así como un futuro mejor?
Vaya, vaya, vaya. ¡Qué problema!
O no.
viernes, 16 de enero de 2009
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