sábado, 29 de mayo de 2010

DOSCIENTOS SETENTA Y UNO


En medio de la ruta vacía y soleada, aburrido pero fiel,
inquebrantable.
Siempre a mi lado.
¡Tantas cosas juntos!
Viajes, noches de retorno,
jornadas de duro trabajo,
días de campo con otros amigos menos leales.
Siempre ahí, cerca de mí.
Sin ir más lejos,
todo mi mundo puesto en papeles,
lo intuyó él primero,
y hasta, quizá, lo pensó antes que yo.
Todo esto, rendir homenaje a sus objetos,
Borges ya lo hizo mejor.

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