martes, 2 de febrero de 2010

CIENTO NOVENTA Y CUATRO

¿Dónde estás camión de mi noche que no te puedo encontrar?
La lluvia ataca el parabrisas ante mí y yo miro las luces que van llegando de frente, sin darme lo que quiero.
La noche triste es fría y oscura, es de los campos que no saben nada de mi derrota, ni de ella, ni de nadie.
Tantas tragedias en cada esquina y cuando yo deseo una jamás me viene al paso.
La mala suerte es una arpia que solo trabaja cuando necesita comer su miseria favorita.

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