lunes, 30 de abril de 2012
TRESCIENTOS CUARENTA Y SEIS
La razón y el amor no se llevan muy bien, dicen cosas distintas, hablan temas diferentes. Pero nosotros, que somos los comandantes de todo cuanto nos acontezca en el cuerpo y en el alma, debemos hacerlos dialogar. Aunque podamos ligarnos una trompada de rebote, cosa que es seguro pasará, porque el amor discute en su nombre pero es nuestra vida la que pone frente a los golpes de su rival.
Claro que es un intercambio desigual; la una quiere convencer, el otro quiere negar toda explicación, para así ir hasta el fondo de su capricho.
Y así están estas dos bestias. De las que somos sus hijos obedientes y desarrapados, pasando un fin de semana en cada casa.
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1 comentario:
exelente!
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