jueves, 12 de abril de 2012

TRESCIENTOS CUARENTA Y CUATRO

Es otro atardecer,
dice otras cosas y desnuda otros espacios.
El horizonte está más abajo también.
La vida se escribe de otra forma por estos lados,
y hasta los tedios tienen una identidad innegociable.
Cronos no tiene el mismo ánimo en todos lados.
Algo tendrán para decir de mí las cotidianidades de estos días y noches,
de ir viviendo y muriendo en el sanguíneo oeste.

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